EL DIA LLEGA
Eclesiastés 3
Todo tiene su tiempo y todo es bueno y hermoso cuando ocurre en su tiempo. Debemos aprender a esperar en el tiempo de todo. Aún Dios sabe esperar el día indicado para cada cosa: “Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, (Gálatas 4.5); y también: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados” (Hechos 2:1)
El día llega. El Padre esperó el tiempo adecuado para enviar a su Hijo, Jesús espero el tiempo preciso para morir en el cruz; el Espíritu Santo esperó su tiempo para derramarse en el día de Pentecostés; nosotros debemos esperar su tiempo. Antes no es bueno; después tampoco. Las cosas correctas se hacen en el tiempo correcto.
Dios tiene planes y también tiene tiempos para cumplir esos planes. Hay personas que se quejan del lugar donde nacieron, los recursos que no tienen o de la familia que tuvieron. Le echan la culpa al contexto por su fracaso o porque no pudieron alcanzar sus sueños.
Mucha gente pone el contexto de pretexto y fracasa por ello. El contexto no es un pretexto, pues ninguna circunstancia nos puede alejar del amor de Dios ni de los planes que El tiene para nosotros. Tu puedes decir: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.” Romanos 8:38-39…. Donde tú miras un obstáculo, Dios ve una oportunidad
No importa si eres débil en algo; ésta es la oportunidad que Dios ve para hacerse fuerte El, y en su fuerza, alcanzar lo que te ha prometido. Hubo muchas personas en la Biblia que no pusieron sus ojos en su contexto y alcanzaron lo prometido, pues habiendo nacido en un contexto que muchos pueden calificar de “equivocado” Dios los sacó triunfantes:
∙ Abraham, aunque no podía tener hijos y su mujer era estéril, le creyó a Dios, y nació para dar a luz una nación.
∙ José, aunque fue vendido como esclavo por sus propios hermanos, nació para darle de comer al pueblo de Israel y que no murieran de hambre.
∙ Moisés era tartamudo y exiliado de Egipto, pero nació para sacar al pueblo de Dios del mismo Egipto.
∙ David, aunque era el más pequeño de sus hermanos, nació para liberar al pueblo de Dios de la mano de los filisteos.
∙ Salomón, aunque fue hijo de Betsabé, con quien pecó David, nació para construir el tem plo de Dios.
∙ Nehemías, aunque servía a otro rey, nació para reconstruir el muro.
∙ Daniel, aunque fue lanzado a los leones, pudo dormir entre ellos confiando en el Señor. ∙ Job, aunque lo perdió todo, Dios lo hizo prosperar al doble.
∙ El Apóstol Pedro, aunque negó a Jesús tres veces y le cortó la oreja a un soldado, nació para llevar las llaves del reino.
∙ Pablo, aunque persiguió cristianos para matarlos, nació para llevar el evangelio a toda Asia.
La crisis que puedas estar viviendo es tan solo el contexto para ver a Dios hacer maravillas y prodigios.